Carmen Bilbao Optometrista

Cómo detectar una foria: síntomas comunes y soluciones efectivas

¿Notas que a veces ves doble o que te cuesta mantener la concentración visual, especialmente al leer o usar pantallas? Podrías estar experimentando una foria, un problema visual más común de lo que imaginas y que puede afectar significativamente tu calidad de vida.  En este artículo te cuento cómo detectar una foria y soluciones para ello. 

¿Qué es una foria?

Una foria es un pequeño desajuste en la alineación de los ojos. No es visible a simple vista, como en el caso del estrabismo, pero sí puede generar molestias importantes. Se trata de una tendencia de los ojos a desviarse cuando no están trabajando juntos activamente. Nuestro sistema visual suele compensarlo, pero ese esfuerzo constante puede pasar factura.

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes para detectar forias?

Detectar una foria no siempre es fácil porque los síntomas se pueden confundir con el cansancio visual habitual. Sin embargo, hay algunos signos que deberían hacerte pensar en una evaluación más profunda:

  • Visión borrosa o doble, especialmente tras muchas horas de trabajo o estudio.
  • Dolores de cabeza frecuentes al final del día.
  • Cansancio ocular o sensación de molestia en los ojos.
  • Dificultad para concentrarse al leer o seguir líneas de texto.
  • Letras que «se mueven» o “bailan” en el papel.
  • Evitación de tareas visuales prolongadas, como leer o usar pantallas.

Mucha gente piensa que presentar esta sintomatología es normal o que es por «pasar muchas horas frente al ordenador». Pero no, no es normal. Y sí, se puede mejorar. ¡Te cuento cómo!

¿Cómo se diagnostica una foria?

Para detectar una foria, hay que realizar una evaluación optométrica completa, con especial atención a la visión binocular. Esto incluye pruebas como el cover test, evaluación de movimientos oculares, vergencias, y otros test específicos que nos permiten ver cómo trabajan tus ojos en equipo.

A veces, la foria sólo se manifiesta cuando los ojos están cansados o en momentos de estrés. Por eso es tan importante ir más allá de una revisión visual básica. 

¿Qué soluciones existen?

Las forias tienen tratamiento, y lo más importante: un tratamiento personalizado. Dependiendo del tipo de foria y de cómo afecte a tu vida diaria, puedo recomendarte:

  • Terapia visual individualizada, diseñada para mejorar la coordinación y flexibilidad de tu sistema visual. Este enfoque busca corregir la causa del problema.
  • Gafas con prismas, en los casos en los que la foria genera demasiada demanda visual y necesitamos aliviarla.
  • Lentes específicas para trabajo en cerca, adaptadas a tus necesidades visuales.
  • Recomendaciones posturales y ergonómicas, especialmente si trabajas muchas horas con pantallas. Si quieres saber más sobre las normas de higiene visual te dejo este vídeo.

En niños, la detección temprana es clave. Una foria puede afectar al aprendizaje y al rendimiento escolar sin que nadie lo relacione con la visión. Por eso insisto siempre en la importancia de una buena evaluación optométrica desde edades tempranas.

¿Tienes dudas sobre tu visión?

Si te has sentido identificado con alguno de estos síntomas, es posible que tengas una foria. Ver bien no es solo cuestión de agudeza visual, sino de cómo trabajan tus ojos en conjunto.

Estoy aquí para ayudarte a entender tu sistema visual y, sobre todo, para que funcione de la mejor manera posible. Si crees que puedes tener una foria o simplemente quieres cuidar tu salud visual, ¡ponte en contacto conmigo!